Widow

Siempre supe que sería una novia viuda. Pero no esperaba la perdida de mi mejor amiga, tan pronto... supuse que sería en el ocaso de nuestras vidas. Es difícil ser conciente de ello... porque en algún momento del día pienso en ella, de forma tan natural como respirar. Si algo de lo que he hecho la enorgullecería, en alguna circunstancia curiosa para contarle más adelante, o en algo que enriquecería aquellos sueños y proyectos nuestros. Pero luego recuerdo, que ya no serán.

En parte me recuerdo, lo arrogante que es un plan, o una decisión que queremos que sea eterna, porque la facticidad puede revocar todo ello. Los más curioso, es que el mejor amigo que estará a mi lado cuando mis dos amores partan será el tiempo. Bueno mi concepción del tiempo, mi bebé... aquel bebé que me negué a dar a luz, para que no me abandone.


Si conmigo cruzara camino una estrella fugaz y me preguntara: "¿Qué esperas para el siguiente año?" Quizá lo primero que pensaría sería el miedo, entonces diría "no volver a ese infierno, donde el desaliento nos aguarda y la ansiedad nos devora". Sin embargo, al igual que la estrella, sería un sentimiento fugaz. Alguien más tomaría la palabra, para recordar que hay algo más importante, alguien por quien vale pedir un deseo, contestaría mi corazón, la única parte de mi que aún espera. Su respuesta sería simple "danos tiempo para poder compartir, con dignidad, alejados de tanto sufrimiento".

Plantearme metas es algo a lo que le rehuyo, considero que decidir sobre todo un año es un acto de inmensa soberbia, finalmente hay demasiadas condiciones que pueden cambiar o no darse, y acabar por hacer aquellos planes imposibles. Prefiero pedir deseos que plantear aspiraciones. Todo lo que quisiera es vivir, como he aprendido hacerlo, con un par de personas a las que he podido amar y que me han correspondido el afecto más sincero. Supongo que considerando todo lo que ya me han dado, pedir más parece avaricia, pero esa es justamente la naturaleza del cariño. No conocer un límite, porque no existe un "suficiente" cuando de dar o recibir afecto se trata.

Estos últimos días del año son sombríos y fríos para mi alma, sentir como poco a poco se desvanece la vida de un ser amado, es sentir como la propia vida se escapa junto con esa persona. Las posibilidades están en contra de que su estancia en este mundo perdure por mucho más. Así que mi deseo tiene condiciones. La prorroga que quiero para disfrutar un par de momentos con ella, es que pueda pasarlos sin dolor. Si es imposible, no puedo retenerla en un tormento, así que deseo que se lleve mi corazón para el viaje que tendrá que enfrentar lejos de esta vida, pero que le regalará la paz, que ha sido tan esquiva.


El amor tiene dentro de sí una sed insaciable, una que siempre desea más. De ahí que se diga, con mucha verdad 🎶cuando el mar no tenga sed y el amor sepa perder🎶, de un modo irónico para referirse a nunca. Aquellas manos que se despliegan de tus alas representan esto, como nos aferramos al querer. No por dependencia, fragilidad o manipulación, por decisión. Porque en el fondo llevamos una soledad inmensa, una que nadie mas puede comprender, pero que aquel amado ha acompañado y ha hecho de nosotras un corazón cálido.